Los dirigentes políticos analizaron el presente del sector cárnico argentino y plantearon las diferentes medidas que implementarían para modificar el rumbo.
En el marco de la “Jornada de las Carnes”, desarrollada este viernes en la 134ª edición de la Exposición Rural de Palermo, uno de los paneles estuvo dedicado al análisis de la “Proteína animal y las políticas de Estado”.
Para este, fueron convocados la presidenta del PRO, Patricia Bullrich; el diputado nacional, José Luis Espert; y el intendente de Vicente López (con licencia), hoy ministro de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, con la periodista Carolina Amoroso como moderadora.
Tras un análisis muy crítico del presente del país y las políticas del actual Gobierno nacional, los tres dirigentes plantearon sus principales ideas para modificar el rumbo de Argentina en lo que se refiere al sector cárnico.
Espert ofreció algunos datos generales, diciendo que el stock ganadero del mundo “hace 20 años que está prácticamente estancado en alrededor de mil millones de cabezas”; indicó que la población hoy está en alrededor de 7.500 millones de personas y puede llegar en 2050 a 9500 millones, con un crecimiento cercano al 26%, y agregó que la producción de carnes, incluyendo aviar, bovina, porcina y ovina, crecería un 65%. En este marco, el Diputado Nacional planteó: “es probable que, en los próximos 30 años, lo que fue la tecnología para la revolución verde, sea la demanda de alimentos para la producción de carnes. Me parece que estamos ante una oportunidad extraordinaria que nos dará el mundo en los próximos 30 años, con un crecimiento de la demanda de alrededor del 65%, en particular estas estimaciones dicen que se va a concentrar esta demanda en las zonas calientes como África, Colombia y Argentina, donde tenemos una combinación de suelos, genética y agua que lo hace muy valioso para el mundo”.
Para Espert, “Argentina se encuentra frente a una oportunidad no demasiado lejana a un ‘Vaca Muerta carnívoro’ para los próximos 30 años. Ojalá que no desaprovechemos esta oportunidad”, y remarcó que para lograrlo “es necesario un cambio de mentalidad: de cerrada al mundo a abierta al mundo. En lugar de ver al campo como un enemigo hay que verlo como un socio”.
Por su parte, el mismo Jorge Macri que no solo no bajó un sólo impuesto en su localidad sino que aumentó la presión tributaria (ej: el combustible es mas caro que en CABA), habló ayer sobre "la acción más importante de la articulación Público-Privada que podríamos hacer es dejar de poner al Estado del lado del problema y dejar que el privado desarrolle y emprenda". Y agregó: "Creo que lo que necesita este sector es mucha mas Libertad, menos trabas y certezas. El resto lo entrega sólo el sector para la Argentina" y consideró que “hay que terminar con esta lógica del control de precios, terminar con esto de impedir importaciones, hay que fomentar la investigación, hay que ir corriendo la frontera y acompañar al privado en las investigaciones porque Argentina tiene mucho para dar en eso”.
Al mismo tiempo planteó que “deberíamos trabajar fuertemente en el concepto de marca y calidad. Hay dos caminos que deben ir en paralelo de manera sostenida en la producción y exportación de carnes, que tiene que ver con la cantidad y las oportunidades que se plantean en el mundo, y después la calidad”.
El ministro de Gobierno porteño explicó que “es necesario ir desarrollando mercados específicos, construir una identidad de marca y explicar las propiedades y cualidades de la carne argentina, y además debemos cuidar los mercados que se abrieron”.
También dedicó un párrafo a la Expo Rural de Palermo: “Cuando uno entra acá se da cuenta que hay otra Argentina. Esta exposición demuestra que todavía hay un país que resiste, pese a todo; porque el virtuosismo, la resiliencia, la creatividad, nos han desarrollado una capacidad de resistir inmensa”.
A su turno, Patricia Bullrich argumentó, con medidas específicas, cómo cambiar el rumbo del sector con políticas públicas: “Hay que desandar inmediatamente el sistema de restricciones que tienen hoy las exportaciones de carnes, el segundo objetivo debe ser la eliminación de las declaraciones juradas de operaciones de exportación de carnes, que son un mecanismo de control burocrático y discrecional”.
Paralelamente abogó por la “eliminación de la prohibición de la exportación de determinados cortes, medida que ha sido absolutamente negativa, porque no ha bajado el precio de la carne. También hay que eliminar cualquier tipo de cuota o cupo de exportación para la carne, porque esto nos genera una idea mentirosa de que el mercado local tendrá un precio diferencial y eso no va a ser así”.
En la misma línea propuso habilitar los 22 cortes que hoy están prohibidos, “también hay que trabajar sobre el cambio impositivo e ir a un sistema impositivo simple, que tenga al impuesto a la ganancia como punto central al igual que los demás impuestos antiproductivos. Porque cuando uno hace el cálculo de la posibilidad de trabajar sin esos impuestos, como lo hacen otros países, implica una rápida compensación a partir de la compra de fertilizantes, materiales, máquinas, tractores y nuevas tecnologías para el mejor rinde del suelo”.
Otro punto sobre el que hizo foco Bullrich fue “pedir la eliminación del sistema de evaluación por tenencia de invernada, medida que no facilita el crecimiento del stock de novillos, porque esto ha sido realmente negativo para el sector”, y además solicitó créditos para la infraestructura del campo: “Vivimos hoy en un país sin crédito, ayuda que es fundamental para poder planificar a más largo plazo, como es el caso de las carnes”.
por Christian Cetrari
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