Es una obra que surgió del presupuesto participativo de Vicente López, en el cual los vecinos tienen la posibilidad de elegir proyectos para realizar en su barrio. Es un espacio fundamental para preservar la naturaleza, el ecosistema y el medio ambiente, y se encuentra contiguo al Paseo de los Vientos, en la localidad de La Lucila.
El municipio de Vicente López sigue apostando a sumar espacios verdes y cuidar el ambiente. A través de esta obra, los vecinos pueden disfrutar también de una nueva atracción: el avistaje de aves. Dicha actividad está centrada en la contemplación y el estudio de las aves silvestres, y si bien se suele desarrollar como ocio, se funda en el arte de reconocer las distintas especies de aves por su taxonomía con criterios como su plumaje o su canto, entre otros factores.
El observatorio de aves facilita la contemplación de la naturaleza y la visión de las distintas especies de pájaros a quienes visitan el predio. Se ubica dentro del “Parque Natural La Lucila”, entre las calles San Lorenzo y Roma, a orillas del Río de la Plata y contiguo al Paseo del Viento. El acceso al parque es por la calle Borges, atravesando el Paseo del Viento y continuando unos metros por la ribera en dirección norte.
Al respecto, el intendente Jorge Macri expresó: “Seguimos trabajando junto a los vecinos para construir un municipio más sustentable y respetuoso del medio ambiente. Para nosotros es muy importante que todos cuenten con espacios como este cerca de casa, porque nos permiten estar en contacto con la naturaleza y disfrutar de la biodiversidad”.
El Mirador, pensado para poder albergar grupos de entre 10 y 15 personas, tiene una dimensión de 6x4 metros aproximadamente, con 3,5 metros de altura. Para su construcción se utilizó madera plástica, un material constituido por plástico reciclado recuperado, lo que contribuye a mitigar la problemática de contaminación por plástico a la vez que disminuye el uso de madera y tala de bosques.
Este espacio es de acceso libre y cuenta con aperturas amplias para permitir la visión hacia los diversos paisajes y su avifauna. Además, está equipado con bancos y barandas, tanto para descansar como para ayudar a mejorar la visual a los niños. Se ingresa a través de una rampa para facilitar el acceso a personas de movilidad reducida y hay cartelería específica para el observatorio, con información clave sobre los ambientes y especies que se pueden observar allí, lo cual potencia su valor educativo.
Con respecto a su funcionamiento, los especialistas aseguran que según el punto cardinal al que se observe, se podrán encontrar diversos ambientes y algunas de sus aves características: hacia el noroeste están los Juncales de la Ribera, con sus aves Tachuri siete colores (Tachuris rubigastra) y Junquero (Phleocryptes melanops); hacia el oeste, el Juncal Protegido, poblado por la Pollona Pintada (Gallinula melanops) y la Pollona Negra (Gallinula galeata); hacia el sur se encuentran la Selva en Galería y Bosque de Ceibos, habitado por el Celestino común (Thraupis sayaca) y el Boyero Negro (Cacicus solitarius); hacia el norte están el río abierto y el frente avance del Delta en el Horizonte, con sus especies Garza Mora (Ardea cocoi) y Macá grande (Podiceps major); y hacia el sudeste, se ve el Pastizal, pudiendo notar la avifauna que se mueve por la superficie de los pastos: Churrinche (Pyrocephalus rubinus) y Tijereta (Tyrannus savana).
Por otro lado, se recomienda concurrir temprano, ya que es el momento más adecuado para poder mirar las aves en su entorno natural, porque es en este periodo cuando están más hambrientas y ocupadas en su búsqueda de alimento. La mejor manera de localizar las especies más interesantes requiere de un detallado conocimiento de su apariencia, sonido y conducta, así como de su hábitat más apropiado, junto a una buena dosis de discreción, paciencia y suerte.
El Observatorio se encuentra pegado al Paseo de los Vientos, una zona agreste a la que suelen concurrir una gran cantidad de vecinos. Dicho espacio cuenta con un monumento al centenario de Vicente López, que está representado por un órgano eólico compuesto por tres torres: la oeste “torre de América”, la sur “torre de Europa” y la norte “torre del Río de la Plata”. Según la dirección del viento (tres predominantes Norte, Este y Sudeste) el órgano en su conjunto genera distintas armonías y a su vez cada una de las torres origina una cualidad armónica específica. Esto induce percepciones acústicas variables según los recorridos que tomen los paseantes. Además, en el Paseo hay una zona de juegos para chicos, una explanada frente al río, un sauzal y mesas y sillas de hormigón, entre otras cosas.
La construcción del Observatorio de Aves ayudará a resaltar los rasgos naturales de la costa rioplatense, y formará parte de la puesta en valor que viene realizando el municipio en este espacio, combinando el diseño tradicional de un parque con las características naturales del ambiente. Esto no solo sumará espacios verdes para el esparcimiento sino que también revalorizará la flora y fauna nativa, brindando al paisaje urbano una belleza que tiene un sello inconfundible, el de una identidad propia.
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