Tras la protesta del miércoles por la noche, los vecinos se convocaron nuevamente en la puerta de la quinta presidencial para reclamar por la apertura de las aulas. Al mediodía también habían acudido los gastronómicos. Además, hay manifestaciones en la Panamericana, a la altura de Pilar.
Nuevamente, en la puerta de la Quinta de Olivos manifestantes se autoconvocaron para realizar un cacerolazo en protesta por la suspensión de las clases presenciales durante las próximas dos semanas. Este miércoles por la noche, los vecinos de la zona ya se habían agrupado frente a la residencia presidencial, apenas finalizó el anuncio de Alberto Fernández con las nuevas restricciones,.
Asimismo, este mediodía también se habían manifestado los emprendedores y empleados gastronómicos, que verán afectado su horario a partir de este viernes. Sucede que, según la nueva normativa que comunicó el Presidente, todas las actividades comerciales deberán cerrar a las 20 y los bares y restaurantes sólo podrán funcionar desde las 19 mediante la modalidad de reparto a domicilio y take away.
Pero más allá de los desacuerdos puntuales de cada sector, el reclamo generalizado radica en la suspensión de las clases presenciales en el Área Metropolitana de Buenos Aires, dado que el mandatario nacional anunció que deberán realizarse en forma virtual por las próximas dos semanas.
De esta forma, padres y alumnos se congregaron en Olivos con carteles que indican “Los chicos en sus aulas”, “La educación es esencial” y “Queremos ir al colegio”, entre otros mensajes similares. Los presentes acudieron con sus cacerolas y silbatos o simplemente demostraron su desacuerdo mediante aplausos sostenidos. A su vez, quienes transitaban con sus vehículos se sumaron a la protesta con bocinazos.
El reclamo se repitió en otros puntos del AMBA, como por ejemplo en Pilar, donde también se convocó mucha gente a raíz del cierre de las aulas.
Por otro lado, desde el Municipio de Vicente López, el intendente Jorge Macri adelantó que ya presentó un proyecto de ley junto a los senadores Juan Pablo Allan y Gabino Tapia para declarar la educación en la provincia de Buenos Aires como servicio esencial. “Pero si no hay más remedio, vamos a ir con un amparo”, advirtió el líder municipal.
Y agregó: “Si yo viera que una escuela no puede garantizar las condiciones sanitarias, de distanciamiento y de circulación de aire yo mismo voy a verificar que esa escuela no dé clases. Pero la solución no es cerrar las escuelas”.
En la misma línea también se manifestaron los intendentes de los partidos de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, y Lanús, Néstor Grindetti.
fuente: Infobae / NCN24
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