Con el objetivo de fortalecer la prevención de las adicciones y colaborar en evitar la venta de estupefacientes en el distrito, desde hace más de una década el Municipio de San Isidro implementó el programa Alerta Drogas: una línea gratuita (0800-555-0044) que trabaja las 24 horas de los 365 días del año.
Creada por la Subsecretaría de Prevención Ciudadana, la iniciativa forma parte del programa de seguridad municipal que también integran el Centro de Monitoreo y Cuidado Comunitario.
“A través de este programa podemos canalizar denuncias de los vecinos sobre cualquier sospecha que haya respecto a la venta de drogas en el Partido”, aseguró Federico Suñer, subsecretario de Prevención Ciudadana.
Además, enfatizó: “Le damos un respaldo a las personas para que no tengan que estar generando algún tipo de investigación propia y sepan que con brindarnos la información, sea mucha o poca, nosotros como autoridad nos ocupamos de hacer el seguimiento”.
Una vez realizadas las denuncias, las mismas se protocolizan, por lo que se asientan en un libro con folio, donde se puede hacer el seguimiento, y se presentan ante las autoridades judiciales para verificar la situación.
“Es muy importante resaltar que los vecinos no deben tener miedo de sufrir represalias por comunicarse ya que se mantiene el anonimato. Es decir que no se pide nombre ni apellido”, concluyó Suñer.
Creada por la Subsecretaría de Prevención Ciudadana, la iniciativa forma parte del programa de seguridad municipal que también integran el Centro de Monitoreo y Cuidado Comunitario.
“A través de este programa podemos canalizar denuncias de los vecinos sobre cualquier sospecha que haya respecto a la venta de drogas en el Partido”, aseguró Federico Suñer, subsecretario de Prevención Ciudadana.
Además, enfatizó: “Le damos un respaldo a las personas para que no tengan que estar generando algún tipo de investigación propia y sepan que con brindarnos la información, sea mucha o poca, nosotros como autoridad nos ocupamos de hacer el seguimiento”.
Una vez realizadas las denuncias, las mismas se protocolizan, por lo que se asientan en un libro con folio, donde se puede hacer el seguimiento, y se presentan ante las autoridades judiciales para verificar la situación.
“Es muy importante resaltar que los vecinos no deben tener miedo de sufrir represalias por comunicarse ya que se mantiene el anonimato. Es decir que no se pide nombre ni apellido”, concluyó Suñer.
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