Durante el fin de semana largo, en San Isidro se realizó la novena edición de Puertas Abiertas del Bajo de San Isidro. Del sábado 5 al martes 8 de diciembre, miles de personas recorrieron las calles de la zona para descubrir en detalle, y de forma gratuita, los talleres y obras de artistas locales.
Como todos los años, el intendente Gustavo Posse concurrió a la clásica iniciativa y visitó varios de los ateliers y casas que formaban parte del cronograma.
“El Bajo es un lugar con un excelente circuito de artistas. Con Puertas Abiertas buscamos generar un punto de contacto entre ellos y el público. Los resultados están a la vista: miles de personas se acercan todos los años a vivir esta experiencia”, contó Posse.
La actividad, organizada por la Subsecretaría de Comunicación y Cultura del Municipio, nació en 2007 como una propuesta para acercar el arte a la gente, y que todos -profesionales y simples curiosos- accedan y conozcan más sobre el mundo artístico.
“Uno pasa todos los días por los talleres y casas de la zona sin sospechar qué hay dentro. Puertas Abiertas es la oportunidad de ser un aventurero y entrar a la vida de los artistas”, contextualizó Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria de Comunicación y Cultura.
El recorrido, que contó con un tren de paseo para trasladar a la gente, comprendió la zona que va de Perú a España, y desde el Tren de la Costa hasta el río.
Pintura, escultura, cerámica, grabado, telar, joyería, restauración, instalaciones, fotografía y música convivieron durante el fin de semana largo para ofrecer una gran variedad de estilos.
Además, se montaron puestos de alquiler de bicicletas, talleres para niños y, a partir de las 19, los restaurantes se sumaron a la iniciativa con música, tragos y platos gastronómicos dedicados a los artistas.
Hubo cuatro “Circuitos Vivos”, uno por día, donde se llevaron a cabo actividades y obras performáticas y participativas. Pintura con soplete, soldadura y cocina, murales textiles al paso, bodypaintig, entre otras ideas, formaron parte de estos recorridos específicos.
En paralelo, funcionó la Estación de Producción Creativa, para experimentar en familia y con múltiples técnicas y materiales. Origami y siembras artísticas fueron algunos de los ejemplos.
Andrea Basmagi, artista que trabaja con elementos de la naturaleza acerca de concientización y preservación del medio ambiente, remarcó: “Esta idea muestra la esencia del Bajo. Es abrirte a la comunidad para enriquecerte con lo que la gente cuenta que le pasa”.
“Para mí es una experiencia nueva, porque es la primera vez que participo, y realmente me parece maravillosa”, destacó la artista Lorena Cacefo.
Daniel Herce, del Bajo de San Isidro, concluyó: “La iniciativa fomenta la producción del arte. La gente está curiosa e interesada. Eso es muy bonito porque se ve un gran respeto”.
Como todos los años, el intendente Gustavo Posse concurrió a la clásica iniciativa y visitó varios de los ateliers y casas que formaban parte del cronograma.
“El Bajo es un lugar con un excelente circuito de artistas. Con Puertas Abiertas buscamos generar un punto de contacto entre ellos y el público. Los resultados están a la vista: miles de personas se acercan todos los años a vivir esta experiencia”, contó Posse.
La actividad, organizada por la Subsecretaría de Comunicación y Cultura del Municipio, nació en 2007 como una propuesta para acercar el arte a la gente, y que todos -profesionales y simples curiosos- accedan y conozcan más sobre el mundo artístico.
“Uno pasa todos los días por los talleres y casas de la zona sin sospechar qué hay dentro. Puertas Abiertas es la oportunidad de ser un aventurero y entrar a la vida de los artistas”, contextualizó Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria de Comunicación y Cultura.
El recorrido, que contó con un tren de paseo para trasladar a la gente, comprendió la zona que va de Perú a España, y desde el Tren de la Costa hasta el río.
Pintura, escultura, cerámica, grabado, telar, joyería, restauración, instalaciones, fotografía y música convivieron durante el fin de semana largo para ofrecer una gran variedad de estilos.
Además, se montaron puestos de alquiler de bicicletas, talleres para niños y, a partir de las 19, los restaurantes se sumaron a la iniciativa con música, tragos y platos gastronómicos dedicados a los artistas.
Hubo cuatro “Circuitos Vivos”, uno por día, donde se llevaron a cabo actividades y obras performáticas y participativas. Pintura con soplete, soldadura y cocina, murales textiles al paso, bodypaintig, entre otras ideas, formaron parte de estos recorridos específicos.
En paralelo, funcionó la Estación de Producción Creativa, para experimentar en familia y con múltiples técnicas y materiales. Origami y siembras artísticas fueron algunos de los ejemplos.
Andrea Basmagi, artista que trabaja con elementos de la naturaleza acerca de concientización y preservación del medio ambiente, remarcó: “Esta idea muestra la esencia del Bajo. Es abrirte a la comunidad para enriquecerte con lo que la gente cuenta que le pasa”.
“Para mí es una experiencia nueva, porque es la primera vez que participo, y realmente me parece maravillosa”, destacó la artista Lorena Cacefo.
Daniel Herce, del Bajo de San Isidro, concluyó: “La iniciativa fomenta la producción del arte. La gente está curiosa e interesada. Eso es muy bonito porque se ve un gran respeto”.
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