En una fiesta llena de color, cantos, euforia y nerviosismo, ayer por la tarde se jugó un nuevo clásico del rugby. En la cancha del Club Atlético de San Isidro (CASI), el local venció al San Isidro Club (SIC) por 22 a 10.El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, miró el partido desde la tribuna junto a jugadores y fanáticos de ambos equipos. “Lamentablemente ninguno de los dos está en las finales de la URBA, que es lo que hubiésemos querido, pero igualmente este clásico siempre es importante y se vive y se disfruta de una manera muy especial”, dijo Posse durante el encuentro.
A su lado, el presidente del Concejo Deliberante, Carlos Castellano, subrayó que el partido es el más importante para los sanisidrenses porque es como el River-Boca del rugby: “Tiene una historia deportiva y social muy rica. Familias y amigos hinchan para distintos equipos pero lo que siempre queda son los valores de este deporte como el respeto, la solidaridad, la tolerancia y el disfrute de un juego que sirve para educar a muchas generaciones”.
Con este resultado, la academia –como se le dice al CASI– la semana que viene se enfrentará al Club Atlético del Rosario para buscar un lugar en el Torneo Nacional de Clubes, además del acceso en forma directa en el Top 14 de la próxima temporada.
La figura del encuentro fue el medio
apertura del CASI, Ignacio Almela, autor de 17 puntos (cinco penales y
una conversión), mientras que el segunda línea Pablo Collari marcó el
único try de los ganadores.
Por su parte, el SIC descontó en el marcador con un try penal, un penal y una conversión de su fullback Benjamín Madero.
Antes de que los equipos salgan a la cancha, Marcos Tomasini, hincha del CASI, comentó que tenían que ganar para tener una buena primera parte el año que viene: “No queremos jugar con los de abajo”. Su amigo Max Shuartz vaticinó que ganaba la academia porque “es el club más grande de la Argentina”.
Del otro lado de la tribuna, Francisco Cucciani aseguró que es muy difícil describir lo que significa este partido para alguien que no es del ambiente del rugby. Máximo Bugani, del SIC, dijo: “No fue un buen campeonato para ninguno de los dos equipos, pero esperemos que sea un buen espectáculo. Es el clásico del rugby argentino, se vive como ningún otro partido”.
Por su parte, el SIC descontó en el marcador con un try penal, un penal y una conversión de su fullback Benjamín Madero.
Antes de que los equipos salgan a la cancha, Marcos Tomasini, hincha del CASI, comentó que tenían que ganar para tener una buena primera parte el año que viene: “No queremos jugar con los de abajo”. Su amigo Max Shuartz vaticinó que ganaba la academia porque “es el club más grande de la Argentina”.
Del otro lado de la tribuna, Francisco Cucciani aseguró que es muy difícil describir lo que significa este partido para alguien que no es del ambiente del rugby. Máximo Bugani, del SIC, dijo: “No fue un buen campeonato para ninguno de los dos equipos, pero esperemos que sea un buen espectáculo. Es el clásico del rugby argentino, se vive como ningún otro partido”.
También con
una tarde de sol y ante una gran multitud, un día antes, el sábado 11, se disputaron el
Gran Premio San Isidro Copa Melchor Ángel Posse y el Gran Premio Jockey
Club en el Hipódromo local.
“Son dos grandes premios, muy emotivos para todos los fanáticos del turf. A la gente le gusta venir a San Isidro a ver carreras”, dijo el intendente Gustavo Posse después de que se conociera al ganador de la Copa Melchor Posse, el caballo Il Fornaia, conducido por el jockey Eduardo Ortega Pavón.
Posse destacó que la hípica es la principal actividad económica del distrito y que en el país alrededor de 600.000 personas viven del turf. “San Isidro, junto a Palermo, es su centro neurálgico porque da trabajo a muchísimas familias”, agregó.
“Son dos grandes premios, muy emotivos para todos los fanáticos del turf. A la gente le gusta venir a San Isidro a ver carreras”, dijo el intendente Gustavo Posse después de que se conociera al ganador de la Copa Melchor Posse, el caballo Il Fornaia, conducido por el jockey Eduardo Ortega Pavón.
Posse destacó que la hípica es la principal actividad económica del distrito y que en el país alrededor de 600.000 personas viven del turf. “San Isidro, junto a Palermo, es su centro neurálgico porque da trabajo a muchísimas familias”, agregó.
“Me faltaba ganar este premio y hoy lo pude
lograr con un caballo muy bueno. Estoy muy contento. Me preparé mucho”,
comentó el jockey quien se mostró muy emocionado. El entrenador, Alfredo
Gaitan Dassie, remarcó que el triunfo es fruto del trabajo de mucha
gente.
Blues Traveler, del criador Miguel Ángel Suarez, fue el caballo que ganó el Gran Premio Jockey Club. El jockey Juan Noriega expresó: “Ganar cualquier carrera es una gran felicidad pero estos grandes premios son únicos. El momento de la llegada es una sensación que sólo sienten quienes están arriba del caballo”.
Jorge Orozco Echevers, presidente de la Comisión de Carreras del Hipódromo de San Isidro, explicó por qué decidieron ponerle el nombre de Melchor a este premio: “Es un recuerdo de un hombre que para nosotros fue un gran ejemplo. Es el homenaje que le quería dar el Jockey. Esto, nada más, es una retribución de lo mucho que el Municipio da a la comunidad”.
En el Hipódromo también estuvo presente el presidente del Concejo Deliberante, Carlos Castellano. “Este es un homenaje que el Jockey Club hace al ex intendente y forma parte de un espectáculo tan lindo como el turf, que se realiza en el principal pulmón verde del distrito”. Y subrayó que muchísima gente de zona norte se acercó a disfrutar de este evento y de todas las propuestas que hubo en San Isidro el fin de semana largo.
Durante la jornada, los presentes también disfrutaron de una nueva edición de Autoclásica, con la exposición de 900 modelos históricos, un show en donde 15 autos bacqués giraban sobre la pista de pasto de caballos y en la de arena central. También se realizó un desafío entre una Bugatti GP 1926 y un caballo pura fuerza.
Además, hubo una muestra de arte, con un recorrido por obras de motivos ecuestres y de automovilismo, y un patio de comidas con una amplia variedad de opciones gastronómicas para disfrutar en familia.
Blues Traveler, del criador Miguel Ángel Suarez, fue el caballo que ganó el Gran Premio Jockey Club. El jockey Juan Noriega expresó: “Ganar cualquier carrera es una gran felicidad pero estos grandes premios son únicos. El momento de la llegada es una sensación que sólo sienten quienes están arriba del caballo”.
Jorge Orozco Echevers, presidente de la Comisión de Carreras del Hipódromo de San Isidro, explicó por qué decidieron ponerle el nombre de Melchor a este premio: “Es un recuerdo de un hombre que para nosotros fue un gran ejemplo. Es el homenaje que le quería dar el Jockey. Esto, nada más, es una retribución de lo mucho que el Municipio da a la comunidad”.
En el Hipódromo también estuvo presente el presidente del Concejo Deliberante, Carlos Castellano. “Este es un homenaje que el Jockey Club hace al ex intendente y forma parte de un espectáculo tan lindo como el turf, que se realiza en el principal pulmón verde del distrito”. Y subrayó que muchísima gente de zona norte se acercó a disfrutar de este evento y de todas las propuestas que hubo en San Isidro el fin de semana largo.
Durante la jornada, los presentes también disfrutaron de una nueva edición de Autoclásica, con la exposición de 900 modelos históricos, un show en donde 15 autos bacqués giraban sobre la pista de pasto de caballos y en la de arena central. También se realizó un desafío entre una Bugatti GP 1926 y un caballo pura fuerza.
Además, hubo una muestra de arte, con un recorrido por obras de motivos ecuestres y de automovilismo, y un patio de comidas con una amplia variedad de opciones gastronómicas para disfrutar en familia.
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